Artemio López, consultor de opinión pública, encuestador y analista político, repasa el urnazo de Cristina Kirchner en las primarias. En sus oficinas de la Consultora Equis, de la Capital Federal, recibió a LaCapital con toda la artillería de números, precisiones, pasiones y humor político.
Artemio López, consultor de opinión pública, encuestador y analista político, repasa el urnazo de Cristina Kirchner en las primarias. En sus oficinas de la Consultora Equis, de la Capital Federal, recibió a LaCapital con toda la artillería de números, precisiones, pasiones y humor político. Creador de un exitoso blog, www.rambletamble.blogspot.com.ar, Artemio como se lo conoce en el ambiente, interviene con su tesis sobre el carácter populista y no progresista del frente que encabeza Cristina. Resalta el nuevo escenario nacional con la presidenta como cabeza de un bloque de "mayorías" y no ya de "primer minoría", saluda la buena elección de Hermes Binner y celebra la desaparición de dirigentes como Eduardo Duhalde, Elisa Carrió y Julio Cobos.
"El kirchnerismo es populismo y funciona como un «atrápalo todo», con diversidad de ideología y de sectores sociales. Ahora vemos la recomposición del espacio electoral del kirchnerismo, que se consolida a partir de 2005 con el triunfo de Cristina Fernández sobre Hilda Chiche Duhalde en provincia de Buenos Aires por 3 a 1 y que en las primarias 2011 aumentó a 4 a 1", explicó. A lo que agrega: "El kirchnerismo es populismo puro y duro; con fuerte inserción en la cultura peronista, recupera el voto pleno de sectores vulnerables y también retoma segmentos de sectores metropolitanos del llamado progresismo que habían fugado del kirchnerismo en 2009.
—Hablás de recuperación de sectores vulnerables, ¿los había perdido el kirchnerismo?
—En 2009 Francisco De Narváez logra el 30 por ciento de los votos de ese sector, pero una herramienta magistral como la asignación universal por hijo ahora los contiene en el kirchnerismo.
—¿Qué impacto real tiene la asignación universal en una casa pobre de la Argentina?
—Muy fuerte, son 100 dólares por cada hogar vulnerable. La asignación son 220 pesos, pero hay más de un niño por casa. En concreto, la asignación universal transfiere el 0,6 por ciento del PBI, el doble que el plan Bolsa Familia de Brasil (0,25 por ciento), que le permitió a Dilma Rousseff, entre otras cosas, ganar las elecciones.
—La oposición política y mediática cabalgó sobre la idea de que la inflación se "comía" a la asignación, ¿qué pasa con la inflación en ese último escalón social?
—La inflación en alimentos (uso casi exclusivo de la asignación) está en el orden del 18 a 20 por ciento, y ésta se actualizó un 22 por ciento el año que pasado, con lo que compensó el aumento. Ahora esperamos la nueva actualización, enganchada con el salario mínimo y las asignaciones familiares. Lo pertinente sería fundar un mecanismo similar al de las jubilaciones, con dos aumentos anuales, para evitar pérdidas temporales en su capacidad de compra.
—En el caso de Santa Fe, ¿cómo se explica el extraordinario vuelco de la mitad de los 613 mil votos de Miguel Del Sel (en la elección provincial) en favor de Cristina, quedando Duhalde, quien apoyó explícitamente al Midachi, con 200 mil votos?
—Las cuestiones ideológicas constituyen un aspecto, aunque no central, y no sirven para analizar el comportamiento electoral del conjunto. Está la prestancia del candidato, la percepción de que el candidato sirve para una cosa, pero el mismo u otro candidato sirve menos para otra cosa. Por lo demás, en el caso de Cristina, está claro el gran impacto sobre cómo transcurre la vida cotidiana y la mejora es ostensible.
—¿Cómo analizás la elección de Binner?
—Fue buena, se desplegó nacionalmente, quedó casi en situación de triple empate con Duhalde y Alfonsín, incluso manteniendo un 40 por ciento de desconocimiento a nivel nacional. Lo veo en condiciones se continuar captando votos de Alfonsín, que puede continuar cayendo.
—¿Si Binner queda segundo, nace un nuevo mapa político?
—Sí. Hay que decir que lo más importante que sucede es que Cristina pasó a expresar no ya la primera minoría sino la mayoría. Y que, a una distancia que podría ser de 35 puntos, más o menos, aparecería Binner. Una alternativa interesante de acumulación no populista.
—¿Además de no populista, cómo definís al espacio que encabeza Binner?
—Diría republicanismo, liberal democrático (en el sentido positivo de la palabra), con elementos de centroizquierda. Se trata de una decisión política de construir una alternativa distinta, una construcción diferente a la del populismo, que por ejemplo, a diferencia del espacio de Binner, no podría ser pensado sin la presencia activa del movimiento obrero. Binner tiene alianza con un parte pequeña de la CTA, esa es toda su inserción en el mundo laboral.
—Sin embargo se mostró con Hugo Moyano días antes de las elecciones.
—Claro, y estuvo muy bien, incluso baila, y también canta (risas). A medida que perciba que va creciendo va a ir tomando cada vez más ese tipo de decisiones. No digo con esto que se haga peronista (risas).
—¿Y la actuación de Duhalde en las primarias?
—Es un ex político, un hombre del pasado, que aplicó la política ambulancia y juntó lo que juntó. Eso se desintegra a corto plazo; políticamente no expresa nada, aunque es probable que lo sostengan mediáticamente un tiempo. Ahora salen a hablar de fraude. Patéticos estos candidatos que han quedado a casi 40 puntos de la presidenta. Por lo demás, observo una buena elección Alberto Rodríguez Saá en la zona cuyana, que era esperable, y también en Capital Federal, donde entiendo va a ingresar como diputada nacional la madre de Ricardo Fort? con eso me puede, con eso ya se ganó el cielo (risas).
—La señora tal vez le otorgue glamour al Congreso, que suele ser un poco aburrido.
—Sí, va a ser algo espectacular (risas).
—Las internas también marcan el fin de una etapa, como la expresión del voto del "campo", y de un referente de esa etapa, Julio Cobos, ¿cómo lo analizás?
—Fue muy contundente la elección de Cristina en Mendoza y significativo el tercer puesto del radicalismo en esa provincia, con el apoyo de Cobos, el ornitorrinco de la política argentina (risas).
—Sin embargo Cobos, no hace mucho, fue tratado casi como un héroe nacional.
—Ahora nos reímos, pero pudo provocar una tragedia institucional, tuvo una actitud golpista y ahora está bien que Cobos desaparezca de la vida política porque es un hombre dañino. Y no lo digo por su programa político, que puede tener el que quiera, está todo bien. Fue sí una actitud abyecta comportarse como parte de la oposición cuando forma parte del Ejecutivo.
—La paradójico es que la opinión pública, en ciertas circunstancias, parece avalar actitudes antidemocráticas que no son vistas como tales.
—Las decisiones del Estado no siempre deben estar en correspondencia con la opinión pública. Hay cosas que se pueden hacer y cosas que no se pueden hacer por más que la opinión pública diga lo que diga, o menos, como este caso, cuando un fenomenal dispositivo confunde opinión pública con opinión publicada.
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